El gran engaño se consumó y de aquella promesa de convertir Aragón en un Las Vegas a la europea no queda nada salvo una ley que sonroja a la clase política aragonesa. El proyecto Gran Scala nació en diciembre de 2007. Desde un primer momento, contó con el apoyo de las instituciones de Aragón.
La promesa de crear 65.000 puestos de trabajo con una inversión de 17.000 millones de euros era tan atractiva e importante para la región que todo aquel que la discutiera pasaba a convertirse en enemigo de Aragón.
El Parlamento aragonés incluso aprobó la Ley de Centros de Ocio de Gran Capacidad, según la cual, un consorcio, en forma de Consejo de Administración, pasaba a gobernar los destinos de las localidades afectadas por el proyecto.
Noticia original: Otro Las Vegas que se esfuma
Fuente: El País