Un informe encargado por varias aerolíneas a Pricewaterhose Coopers concluyó que la Air Passenger Duty (APD) implantada en Reino Unido supone tal lastre para la economía británica que la abolición de dicho impuesto turístico se rentabilizaría automáticamente.
El citado informe sostiene que la APD es «el impuesto más alto de su categoría en el mundo, por un considerable margen». Y es que dependiendo de la ruta, más que dobla el importe de otras tasas similares en Europa.
Por ejemplo, una familia de cuatro personas que viaje desde Reino Unido a Estados Unidos tiene que pagar 407 dólares en total en concepto de la APD.
La APD (que pagan todos los pasajeros que vuelan a/desde Reino Unido, sean de la nacionalidad que sean) fue concebida inicialmente como un impuesto medioambiental, destinado a recortar las emisiones de carbono. Pero Pricewaterhouse indica que hay otros instrumentos más eficaces para reducir la contaminación atmosférica.
Noticia original >> The world’s worst travel tax
Fuente: Travel Weekly
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